Primero fue una Kalanoriana, luego fue en el DEO. Algo pasa que desde que esa alienígena con habilidades telepáticas provocó un altercado, el personal está más tenso, más alterado. Winn... etc. Mon-El por fin luce su nuevo traje que Winn le ha arreglado y decide entrenar con Supergirl y practicar todo lo aprendido con la La Legión, el alumno se convierte en maestro.
Al final, misterio resuelto. No es ningún tipo de piedra como la kryptonita roja que afecta no sólo kryptonianos, el culpable es el padre de J'onn J'onzz que al intentar controlar su mente para evitar que su demencia vaya a más, sin darse cuenta ha producido daños colaterales. Al final el DEO es una batalla campal y todos las celdas quedan abiertas y los alienígenas detenidos quedan libres como en una revuelta carcelaria. Menos mal que Alex consigue entregar una especie de aparatitos auditivos que inhiben los efectos producidos por el anciano marciano y así Supergirl con ayuda de J'onn J'onzz consigue salvar la situación.
El padre recapacita y decide colocarse una pulsera que inhibe sus habilidades telepáticas y así evitar daños colaterales, el hijo se convierte en padre. Me recuerda mucho al caso de Charles Xavier en la película de Logan, que también sufre demencia, Alzheimer y toma unas pastillas que frenan sus habilidades pero evitan daños mayores.
El único inmune a todo esto ha sido Mon-El que el anillo de La Legión le protege de cosas así. Un anillo multiusos.
Por otro lado Lena sigue tratando a Sam aunque ahora le problema no es Reign pues ha llegado la tercera World Killer Pestilence.
Primer vuelo de Supergirl y Mon-El juntos y...
qué ven sus ojos, empiezan a caer pájaros muertos. Pestilence ha llegado.
Nota: A veces por miedo a cómo le puedan a afectar a otras personas no nos atrevemos a decir lo que realmente sentimos y por culpa de esos efectos colaterales, Kara le ha dicho a Mon-El todo lo que nunca se atrevió a decirle desde que volvió. Veremos como les afectará a los dos.